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Ana Rey

jueves, 5 de julio de 2018

"Salvad la memoria": la narrativa de un escape classroom




Entre 1850 y 1900, fueron 200.000 los asturianos que emigraron a América en busca de un futuro mejor. Eran adolescentes, casi niños. Algunos volvieron enriquecidos y construyeron grandes mansiones de indianos, pero otros, la mayoría, retornaron pobres, "con la maleta al agua". Muchos no regresaron, ni siquiera se supo más de ellos. Este fue el caso de "El Colilla", el pequeño limpiabotas de Llanes que, acusado de robar un baúl, huyó a Cuba. Su búsqueda será el hilo conductor de la historia. Una historia que conviene recordar, ahora que se repite a la inversa. La terrible amenaza no son las personas migrantes, no son quienes vienen, son quienes han perdido la memoria. Si no los derrotamos ahora...

Tomái "El Colilla" es un personaje real, uno de los tipos populares retratados a finales del XIX por el fotógrafo llanisco Baltasar Cue. Sus pies descalzos, su ropa mil veces remendada, en la comisura de los labios los restos de uno de los cigarrillos que tiraban los adultos y que él recogía, su mirada, lo elevan a la categoría de símbolo de las difíciles condiciones de vida de las clases desfavorecidas.

No sería extraño que una de esas colillas procediera de Sinforiano Dosal, "Don Sinfo", por aquel entonces licenciado en derecho de 32 años, heredero de la fortuna familiar labrada en México y de la casa que acabaría ampliando en la misma época en la que el pequeño pícaro partió hacia América para no regresar. Ilustrado, cosmopolita, introductor en la villa de los últimos adelantos técnicos (primer barómetro, termómetro, lancha motora, automóvil...), coleccionista de fotografías, conocedor, seguro, de la obra de Baltasar Cue, representa la cara más exitosa de las migraciones.

Con estos mimbres, después de un paseo que me llevó ante las puertas del palacete, el cerebro recalentado tras un día de playa y la necesidad de resolver el reto de construir la narrativa de un proyecto de gamificación, empecé a atar cabos. Ya tenía el escenario y los protagonistas, elementos reconocibles y cercanos que creo que pueden incentivar la motivación del alumnado.

También el objetivo, hacer ver que no son tan diferentes la situación y las motivaciones de quienes partieron entonces y quienes llegan ahora a nuestras costas, la necesidad de conservar la memoria de las migraciones y de combatir el discurso xenófobo.

¿Pero cómo representar a los antagonistas? ¿Cómo dar vida a quienes intentan que olvidemos nuestro pasado? Recordé entonces las esculturas del Museo Subacuático de Arte de Cancún -otra vez México- y aunque no fueron creadas ni mucho menos con esa intención, su aspecto inquietante encajaba muy bien en esta historia.

Unas tomas con el móvil, mi voz disfrazada con un programa de edición, unas fotografías y el vídeo motivacional ya estaba listo.

Solo me quedaba elaborar el storyboard. ¡Uf! Aquí está por fin.


Esto es todo, de momento: en la siguiente entrega, mecánicas y componentes.


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1 comentario:

  1. Maravilloso he inspirador. Que gusto saber que hay docentes preocupados por su memoria e identidad. Felicidades.

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Y esto, ¿de qué va?

Este diario de aprendizaje nace con el objetivo de documentar los trabajos generados por mi participación en distintas acciones formativas en red y como espacio para compartir reflexiones, materiales y experiencias.

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